VERÓNICA ROMANO (1969)

Soy escultora y mi práctica artística se centra en traer a la manifestación formas e imágenes que provienen de la superficie que cubre a los sueños. Explorando los indicios del inconsciente.

Esculturas, presencias en solitario o formando parte de instalaciones, que arman el espacio como un escenario para el relato.

Animales, plantas, fragmentos de cuerpos, constituyen un repertorio recurrente en mi obra. Piezas donde conviven nociones de la tradición escultórica occidental con elementos que provienen de la estatutaria informal vernácula, así como también de los relieves y revestimientos que suman fantasía ornamental a las viviendas de los barrios y suburbios de mi ciudad.

Concibo la escultura como un arte múltiple, que a través de la técnica del contacto tiene la posibilidad de expandirse.

Mis piezas comienzan en arcilla, para pasar al yeso y luego llegan al bronce.

Me he formado en el trabajo con metales, interiorizándome especialmente en los procesos de fundición en bronce a la cera perdida.

En mis piezas se suceden superficies blancas, opacas y secciones pulidas donde el metal brilla reflejante.

Practico una paciente distorsión de la forma, que oscila entre la identificación y la extrañeza. El fragmento y la parte aparecen reiteradamente en mi obra. Me interesa la capacidad que tiene el fragmento de expresar la falta, y al mismo tiempo, incluir el todo. Dar lugar a lo que no está, a lo no dicho, al silencio. Partir de la rotura, la imperfección, es para mí una necesidad.