LOBO VELAR | LOS ERRORES DEL VACÍO
lunes a viernes de 14 a 19H
Curaduría: Mariana Rodríguez Iglesias
LOS ERRORES DEL VACÍO
Quizás esa sea la clave: el vacío no existe. O, si acaso, es una contradicción.
Lo que entendemos como vacío es menos una ausencia que un marco para caminos aún no recorridos. Así como la mesa familiar, despejada de objetos cotidianos, invita a otras actividades –al juego, por ejemplo–, el vacío es la antesala de aquello que está por llenarse. ¿Qué sucede, entonces, con las narrativas voluntaristas y proyectivas que, supuestamente, guían el trabajo del artista? ¿Dónde hay mayor control: en el potencial del vacío o en el caos de los errores? ¿Qué nos produce más miedo: la mesa vacía o la que está repleta de cosas? ¿Cómo se siente albergar una contradicción en el cuerpo?
Esta concepción del vacío como un espacio creativo, colmado de potencial, resuena en el título de esta muestra de pinturas de Lobo Velar. “Los errores del vacío” no son equivocaciones en el sentido tradicional, sino más bien oportunidades para recombinar lo impensado, reunir fragmentos de algo mayor y contar una historia que, hasta ahora, no había sido narrada. En el vacío de las determinaciones, cualquier desviación del plan inicial se convierte en una oportunidad para reivindicar el gesto propio. Ya no es oscuridad ni silencio, sino una certeza incierta que guía la mano, el codo, el hombro y el corazón del artista, ida y vuelta. Lo indeterminado toma forma; el lenguaje se inventa desde cero. El límite de nuestro mundo se vuelve permeable, revelando que también está hecho de huecos.
El caos no es el final, sino el punto de partida. Entonces, ¿es posible hacer un collage de caos y vacío, en tanto nociones superpuestas? Los errores son absorbidos por la obra hasta volverse esenciales. La maestría de Lobo en esta serie de pinturas reside en su capacidad para encontrar en lo imprevisto no una falla, sino un paisaje, un tiempo y unos personajes familiares. Siempre estuvieron ahí. No estaban ahí antes. Quizás en eso radique la clave: en lo que aún no se ha dicho, en lo que no puede calcularse pero que, al aparecer, se percibe como un recuerdo para valorar el presente e imaginar otro futuro.
Mariana Rodríguez Iglesias
Octubre, 2024
acerca de tramo
“El proyecto de esta galería de arte cumple cinco años y este es un logro tanto comercial como afectivo. Es posible hacer una memoria y balance que dé cuenta de este recorrido compuesto de experiencias y un aprendizaje ininterrumpido. De esta manera, lograr el desarrollo de una comprensión profunda de lo que significa ser una plataforma para el arte que pueda apoyar tanto a los artistas como a la comunidad de la que formamos parte.
En este sentido, el repaso de estos años se nos muestra como una suma de tramos cortos y largos, algunos más simples y otros algo complejos. Con mucha dedicación, empeño y esmerada atención, la galería fue transitando cada una de las partes en las que estuvo dividida esta travesía; cada etapa y cada trecho fue añadiendo oportunidades, lecciones, satisfacciones, crisis y de nuevo, la posibilidad de reinventarse.
Por lo tanto, de la observación de ese itinerario surge el concepto de TRAMO que es la identidad que representa a la galería y se relaciona con la dirección que ha tomado el plan y diseño de aquí en más. Asimismo es una expresión de la claridad en objetivos y valores que se mantienen desde el principio y que renuevan el compromiso que tenemos con nuestros artistas.
TRAMO es avanzar de punto a punto, desarrollar una vía, establecer un trayecto, cubrir etapas y alcanzar objetivos. Arribar y volver a empezar; hacer camino y guiar por senderos, volver al curso, retomar viaje. TRAMO es la parte de la escalera situada entre dos rellanos. Hay que subirla. Es conocer la ruta, la orientación; es ir, moverse; es una dirección y una marcha que no cesa”.
Mariela Mayorga
enero, 2024
